jueves, abril 30, 2009

No sé

Trazaste tantos caminos que al final te perdiste en el laberinto. Te volviste a fallar cuando más te necesitabas. Diste pasos, muchos; todos ellos en falso. Ninguno te llevó por la senda adecuada. O la que a día de hoy crees adecuada. Lo doloroso de tu caso es hasta en la actualidad desconoces lo que es apropiado o no, aunque a veces hagas ver que lo intuyes. Amarras sueños que se evaporan como todas esas lágrimas que derramas sin saber por qué, que se secan y pisas sin darte cuenta. Guardas en la tumba todas tus esperanzas, el oxígeno que pierdes en cada fracción de segundo en el que (des)vives. Temes acercarte a ella no vaya a ser que te atraiga, te guste, te quedes… y ya no salgas.