lunes, mayo 28, 2007

Fácil de escribir

Estoy a punto de irme a dormir cuando me acuerdo que tengo un blog en el que cuento las cosillas que a nadie le contaría. O quizá sí. Porque a veces me convenzo a mí mismo de que no tengo que contar una cosa y a la más mínima ocasión la cuento. Y encima a quien menos debo. Por fortuna, ésto suele ocurrir poco, ya que intento no fallarme.

Me estaba leyendo a mí mismo. Escribo poco pero cuando lo hago digo cosas. He recordado momentos, escenas que tenía archivadas en el olvido. Me he acordado de la chica que me ¿gustaba? y que, hoy, un mes y pico después, no sé si me gusta o no. Va a rachas, a veces sí, otras no. A veces me cabreo absurdamente con ella y nos dejamos de hablar porque sí. En líneas generales es bastante patético. Tanto que trato de convencerme a mí mismo de que no vale la pena.

Tiene varias cosas a favor y otras tantas en contra. Por un lado, ella, a pesar de ser bastante joven tiene las ideas claras, no sé. Es lo que veo. Es como si inspirara confianza, en saber lo que quiere en esta vida. Eso me gusta. Por otro, al ser joven, no sé distinguir si es o se hace la tonta. Yo espero que se lo haga. Pero no sé. Sigo sin aclararme. Ella dudo que quiera algo porque sino ya se hubiese insinuado, o quizá esté esperando que dé yo el paso. Recuerdo que hace meses me armé de valor. Me daba mucho corte decírselo. Estábamos trabajando y no me atrevía. Eso que al final, cuando se fue por la puerta una vez acabado su turno, fui corriendo al móvil y le envié un sms proponiéndole salir por la tarde. Su respuesta, lo habéis adivinado, fue negativa. En ese justo instante me sentí un fracasado y seguramente entendí que de compañeros de trabajo la cosa no pasaba. Así que no lo volví a intentar más, aunque me muero de ganas. Pero de ganas que me diga que sí, de más calabazas no, por favor. Así que por temor a éstas últimas ya no le he dicho nada y me he ido queriendo olvidar de ella, algo casi imposible al verla día sí día también. Pero en fin, se hace lo que puede.

Suelo salir los findes y las oportunidades digamos que no faltan. Igual que está lleno de tíos salidos, atrevidos o con ganas de diversión, también hay chicas que sin ningún pudor se te acercan en busca de algo más que tu mirada. Ese plan no es que me cautive, pero me estoy dando cuenta que es el único. Es el momento de disfrutar, de dejar de sufrir por ellas, que te rueguen ellas a ti, de que dejes de parecer un estúpido a sus pies para luego sentirte más estúpido aún. Ojalá fuese tan sencillo de hacer como de escribir.

En fin, corto el grifo porque es tarde y mañana hay que madrugar. No quería dejar un mes sin escribir aunque fuese unas simples líneas. Intentaré aparecer con más asiduidad, si es que hay alguien ahí detrás al que le entretiene, le hace pasar el rato o le aburre lo que escribo.

●• Cc´